martes, 23 de junio de 2009

1982 - 12 de junio - 2009 27º Aniversario de los combates de Monte Longdon en Malvinas


El jueves 11 de junio, en el Regimiento de Infantería Mecanizado 7, ubicado en la localidad de La Plata, provincia Buenos Aires, se llevó a cabo la ceremonia conmemorativa del 27º aniversario del Combate de Monte Longdon, bautismo de fuego del mencionado regimiento en la Guerra de Malvinas.
Se rindió homenaje al personal caído en el conflicto del Atlántico Sur a través de una representación del combate y participó la Banda Militar “Paso de los Andes”, del RI Mec 7.
Se contó con la presencia de veteranos de la Guerra de Malvinas; ex jefes del Regimiento; autoridades civiles, eclesiásticas y militares; representantes de las Fuerzas de Seguridad; docentes; vecinos de la ciudad de La Plata y familiares de los caídos.

Fuente: Resumen semanal de Noticias Nº 6 EA.

sábado, 13 de junio de 2009

Bravos pilotos de Malvinas II. Misión del 13 de junio de 1982



Foto tomada el día previo a la misión en San Julián, provincia de Santa Cruz: Teniente Luis Cervera, Capitan Antonio Zelaya y Capitán Carlos Varela.

Los "Nene" y los "Chispa"

13 de junio de 1982. San Julián, provincia de Santa Cruz. Dos escuadrillas de Skyhawk A4B con tres bombas BRP cada uno. Una misión a realizar. El espíritu de combate de nuestros pilotos intacto.




Escuadrilla NENE:
Capitán Antonio Zelaya, (C-230)
Teniente Omar Gelardi, (C-227)
Teniente Luis Cervera, (C-212)
Alférez G. Dellepiane, (C-221)




Escuadrilla CHISPA:
Capitán Carlos Varela, (C-222)
Teniente Mario Roca, (C-250)
Teniente Sergio Mayor, (C-235)
Alférez Marcelo Moroni, (C-237)



A partir de aquí el relato de uno de los protagonistas: Luis Alberto Cervera.

-Nos comunican que debíamos realizar la primera, que a la postre termino siendo la única misión que hubo de apoyo de fuego cercano, específicamente bombardear tropas británicas acantonadas en las proximidades del Monte Dos Hermanas. Una vez coordinados todos los detalles a tener en cuenta para dicha misión nos dirigimos cada uno a su avión y a mi me tocaba volar el Skyhawk A4B C-212 cuya matrícula me quedó grabada, por lo que detallaré más adelante.
En absoluto silencio de radio procedimos a realizar el reabastecimiento de nuestros aviones y fue cuando vi a mi jefe de escuadrilla, el Capitán Zelaya, no completar su recarga, desacoplar en forma violenta y comenzar un brusco descenso; consultado lo ocurrido, me contesta que tenía una sobre temperatura en el reactor debido a la ingesta de combustible por una fuga en el reabastecimiento y que en esas condiciones no podía continuar con la misión por lo cual tuvo que regresar a la base y nuevamente quedé al mando de la escuadrilla, como en reciente oportunidad, para cumplimentar la misión asignada.
A partir de esos momentos el Capitán Varela a cargo de la escuadrilla ¨Chispa¨ me pide ir adelante debido a su mayor experiencia, así, él paso a comandar el ataque y yo debía mantenerme a 15/30 segundos atrás, para no tragarme las esquirlas de sus bombas. Terminado el reabastecimiento de todos los aviones comenzamos el descenso manteniéndome a la vista de los Chispas y controlando mi navegador Omega así nos manteníamos en la ruta correcta, cosa que se cumplió al pie de la letra en tiempo y espacio.
Una vez a ras del agua me era más fácil mantenerme a la vista de la escuadrilla que me precedía debido a que ellos iban tan bajo, que el chorro de sus reactores dejaban una notable estela en el agua, como si fueran cuatro lanchas, era realmente impresionante verlos tan pegados al agua. Así llegamos a la Isla Soledad por la parte noreste y entramos de norte a sur, ya sobrevolando tierra firme escuchamos al controlador de nuestro radar en Malvinas preguntando ¿ hay alguien en el aire? A lo que respondimos los dos jefes de escuadrillas dando nuestro rumbo de aproximación y posteriores intenciones con respecto al objetivo a batir.
Fue entonces cuando el radar nos da la valiosísima información donde estaban las patrullas aéreas de combate (PAC) británicas; una sección de Sea Harrier sobrevolando en la zona de Bahía Agradable, una en la desembocadura sur y otra en la desembocadura norte del estrecho de San Carlos, cosa que nos hacía ver que estábamos rodeados y que no tendríamos por donde salir después del ataque.
Contemplando la situación, le dije al Capitán Varela que si le parecía bien volviéramos por el mismo lugar que habíamos entrado sabiendo que estaba desprotegido, corriendo el riesgo al hacer un 180º sobre el enemigo, pero desde ya menos peligroso para las PACs, a lo que contestó afirmativamente.

Mientras transcurría nuestra breve comunicación, ya estábamos muy cerca del objetivo y cada vez se me hacia más complejo seguir y mantener la distancia con los Chispas, ya que los cambios de rumbo eran frecuentes y lo ondulado del terreno no me permitía verlos con claridad. Yo empeñado en eso, me llenó de sorpresa cuando escucho al Capitán Varela dar la orden a su escuadrilla de ¨tirar!!, tirar!!¨, fijo mi atención en ellos y veo las explosiones de las doce bombas lanzadas. Fue entonces cuando bruscamente y lamentándome por mis numerales, puse rumbo hacia las explosiones ya que allí estaba nuestro objetivo.
Ya en la aproximación final comencé a disparar mis cañones como medida preventiva y defensiva ya que el avispero de los británicos había sido tocado y sorprendido con la guardia baja. Ya estando muy próximo al objetivo el humo de las bombas de la Escuadrilla Chispa no me permitía ver con claridad el mismo y sobrevolando el lugar, ví aproximadamente unos cuatro o cinco helicópteros destruidos como así también casillas y refugios; observando al mismo tiempo como tropas británicas corrían en todas direcciones, por lo que decidí no tirar ya que me parecía un desperdicio hacerlo donde ya todo estaba prácticamente destruido.
Pasado el humo y la confusión reinante ví más helicópteros y tropas que ya comenzaban a correr y ahí fue donde di la orden a mi escuadrilla de lanzar nuestras bombas. En mi escape me cruce con un helicóptero Sea King que volaba en forma perpendicular de derecha a izquierda a la misma altura mía; como yo traía la mira regulada con 260 mils para bombardeo rasante, comencé a disparar a ojo con mis cañones y veía el reguero de munición trazante perderse en esa mole que es el Sea King; ya estando muy cerca del helicóptero cuyo piloto llevaba casco celeste y a punto de chocarlo se terminó mi munición y pude esquivarlo con cierta facilidad.
Posterior a esta maniobra y cuando yo ya tenía mi avión nivelado y estabilizado lo escucho al Alférez Dellepiane (Piano) que en forma desesperada me decía que me fuera por derecha ¨por derecha Tucu!!, por derecha¨ cosa que acaté en forma inmediata y casi instintivamente coloque unos 90º de inclinación tratando de cerrar el viraje lo máximo que podía, en ese momento eyecté todas las cargas externas (tanques suplementarios y TER bombera, ambos para ahorro de combustible y mejorar la aerodinamia). Simultáneamente vi pasar dos misiles por mi izquierda y muy cerca, a todo esto el golpe del pie eyector de los tanques y TER hizo deslizar mi avión hacia abajo, que por poco no toco la tierra cosa que habría sido trágica, al verme en semejante situación nivelé los planos sacando viraje y ascendiendo un poco para poder continuar con una evasión más segura.
A partir de esos momentos no vi más a mis numerales, cosa que lamente muchísimo porque presentía que en el regreso necesitaríamos estar juntos. Así llegue al mar por la parte noreste de la isla en el que aproveche a pegarme bien a ras del agua y mientras tanto continuaba clareando la zona por si algún Sea Harrier me seguía. Cuando me convencí de que estaba solo comencé a prestarle más atención a la navegación y fue entonces cuando vi que tenía 2.000 libras de combustible y el mínimo para llegar a la base de San Julián era de 1.900 libras. En el momento de comenzar el ascenso ví a unos 500/700 metros adelante una fragata atravesada en mi línea de vuelo, fue como si hubiese brotado del agua, ya que tendría que haberla visto mucho antes. Sin perder de vista la fragata puse un suave viraje por izquierda hasta estar paralelo, observándola si me tiraban con cañones o lanzaban algún misil. Inexplicablemente la fragata no se defendió ante mi proximidad, cosa que me costaba creer y no me dejaba tomar altura, algo que ineludiblemente debía hacer por estar debajo del mínimo de combustible.
Cuando creí estar lo suficientemente retirado de la misma comencé el ascenso y a los 10.000 pies entré en nubes y salí de las mismas por encima de los 30.000 pies, continuando el ascenso hasta los 45.000 pies. Una vez nivelado coloque la potencia Bingo para ahorrar combustible ya que me parecía que no llegaba a continente.

Todavía me quedaba la esperanza de reabastecerme pero no pude hacerlo ya que mi numeral el Alférez Dellepiane había sido tocado en los tanques de ala, venía perdiendo combustible y si no reabastecía se tendría que eyectar en medio del atlántico, por lo que opté dejarle libres las dos mangueras del KC-130 reabastecedor para que pudiera hacerlo con más comodidad, ya que la situación para él era de vida o muerte. Los momentos vividos en ese acople fueron espeluznantes ya que lo logró cuando el indicador de combustible de su avión estaba en cero.
Luego de esos eufóricos momentos, el vuelo hasta la base continuó con cargadas y bromas entre los integrantes de la escuadrilla y la tripulación del Hércules y la gente que estaba en operaciones de la base.
Estando a unas 110 millas de San Julián, a 45.000 pies y con tan solo 300 libras de combustible remanente, puse el motor en Idle (todo reducido) y comencé un suave descenso tratando de planear lo máximo posible, así perforé unas tres capas de nubes hasta que vi la pista de aterrizaje.
En esos momentos le pedí a la torre de San Julián que me despejara el circuito porque pensaba aterrizar en forma directa por estar en emergencia de combustible. Cuando estaba a unas 10 millas de la pista, divisé delante mío un A4-B también con intenciones de aterrizar, le pregunté cuanto combustible tenia y el Alférez Moroni me contesto 1000 libras. Entendiendo que tenía suficiente combustible le pedí que realizara un 360º y me dejara la pista libre, cosa que accedió con gusto y en forma inmediata.
Así pude efectuar un satisfactorio aterrizaje con tan solo 100 libras en el tanque principal, fui a plataforma y detuve el motor de mi avión. Me quedé sentado en el mismo, muy nervioso y a la espera de ver que suerte corría mi numeral, el Alferez Dellepiane. Mientras esperaba ese tan ansiado aterrizaje veía que paulatinamente se iban reuniendo mecánicos que señalaban la cola de mi avión y hablaban entre ellos, me intrigaba saber que era lo que pasaba con mi C-212. En esos momentos apareció el Hércules con el Alférez Dellepiane acoplado hasta final corta, donde desacopló y procedió a aterrizar, cuando éste tocó la pista una nube de combustible pulverizado cubrió por completo el avión, lo detuvo en la pista y con premura abandonó el mismo por lo que pudiera pasar.
Ya un poco más tranquilo debido al final feliz que tuvo la misión decidí descender de mí avión y pude observar los cuatro agujeros que tenía en la base del timón de dirección, increíblemente habían pasado entre los conductos de hidráulico sin tocarlos, entonces fui al encuentro de los demás y comenzaron los abrazos y festejos, motivos no faltaban, la alegría era total después de tantos nervios y tensiones contenidas en la primera y única misión de apoyo de fuego cercano que realizó la Fuerza Aérea Argentina que era para lo que nosotros estábamos preparados y entrenados.



Fuente, fotografías y agradecimiento: Capitán (R) Luis Alberto Cervera, "Tucu".

Nota: El reabastecedor, Hercules KC-130 TC-69 al mando del Vicecomodoro Luis Litrenta, despegó de Río Gallegos a las 09:15 y se dirigió al puesto de control de reabastecimiento aéreo. Al regreso de los A-4B Skyhawk, gracias a su pericia y constancia recuperó al "Nene 4", tripulado por el Alférez Dellepiane que regresaba sin combustible, regresando ambos al continente a las 14:20.

jueves, 11 de junio de 2009

Curiosidades de la guerra de Malvinas, modificación y uso exitoso del misil MM38 Exocet


Ante la escasez provista de los misiles AM 39 Exocet, probados exitosamente desde los aviones Super Etendard, se tomó la decisión de utilizar los MM 38 que estaban montados en buques y acondicionarlos como plataformas costeras de ataque. Fue así que dos contenedores-lanzadores de la corbeta Guerrico fueron desmontados y modificados en la base de Puerto Belgrano; uno de los mentores de este novedoso e inusual proyecto fue el Capitán de Navío Julio Pérez. Terminada la construcción de la parte mecánica que consistía en una rampa de lanzamiento con grupo electrógeno, tomando para ello un chatón y sobre él una estructura de hierro como plataforma, se pudieron instalar dos misiles Exocet MM 38. Sólo el chatón pesaba seis toneladas, y cada misil embalado mil ochocientos kilos.
Graciosamente a esta plataforma se le dio la sigla ITB “Instalación de Tiro Berreta”.
Para el traslado desde Puerto Belgrano, Provincia de Buenos Aires, la Fuerza Aérea, dispuso dos aviones Hércules.
Una vez en Malvinas, se coordinó con el almirante Otero los lugares donde emplazar la rampa de lanzamiento. Pérez y los tenientes Mario Abadal y Edgardo Rodríguez vieron que la única posibilidad era el camino que unía Puerto Argentino con el aeropuerto.
Desde el 11 de junio, ya en su emplazamiento y su puntería reglada por un radar Rasit del GA 3 del Ejército Argentino, quedó a la expectativa y en sigilo al paso de buques británicos y como su amplitud de tiro estaba limitada a solo unos pocos grados, era necesario esperar que una nave enemiga pasara por su mira de disparo. Así ocurrió el día 12 de junio a las 03:15, el objetivo resultó ser el destructor “HMS Glamorgan”.
Una vez que el buque estuvo en punto de lanzamiento, el misil fue disparado. Su trayectoria errante se niveló al detectar el blanco, se estabilizó y, a gran velocidad, se acercó a su objetivo. El Glamorgan, que había detectado su disparo, intentó denodadamente interceptarlo con el disparo de misiles Sea Cat, pero era demasiado tarde. Intentó lanzar los señuelos chaff, que tampoco pudieron frenar el inminente impacto. Habiendo recorrido una distancia aproximada de treinta kilómetros, dio en la popa del destructor. Fallecieron trece tripulantes y resultaron heridos de consideración una veintena de ellos.


Según fuentes británicas el misil Exocet impactó en el Glamorgan, pero no explotó. Se afirma que la explosión se debió a un helicóptero Wessex hangarado, que al entrar en contacto con el fuego, se incendió. Cierto o no, cosa que sucede a menudo con la información que brindan los británicos, es un hecho que el buque quedó fuera de combate para el resto del conflicto.
Parte de la ITB permaneció como testigo silencioso en las cercanías de Punta Caballo (Hookers Point) varios años después de finalizada la guerra.


Fuentes: ARA. Arsenal Naval Puerto Belgrano. Aérospatiale. 

miércoles, 10 de junio de 2009

1829 - 10 de Junio - 2009 Día de la Reafirmación de los Derechos Argentinos sobre las Islas Malvinas, Islas del Atlántico Sur y Sector Antártico


El diez de junio de 1829 se produce la creación de la "Comandancia Política y Militar de las Islas Malvinas y las adyacentes al Cabo de Hornos en el Mar Atlántico", por decreto del gobernador interino de la provincia de Buenos Aires, brigadier general Martín Rodríguez, designando Gobernador del Archipiélago a Luis Vernet, quien estaba trabajando en la colonización de puerto Soledad.


Gobernador Luis María Vernet

viernes, 5 de junio de 2009

Reseña de campaña del Grupo de Artillería 3 del Ejército Argentino en Malvinas


El Grupo de Artillería 3 arriba a las islas el día 14 de abril a las 07:50 horas, conformado por un Escalón Comando y Servicios y tres Baterías de Tiro a seis piezas, obuses Oto Melara calibre 105 mm de 10 km de alcance.
El día 27 de abril, a las 19:50 horas, se recibe en el Puesto Comando del Jefe del Grupo de Artillería 3 la novedad de que el Radar del RI 3 detectó presencia de elementos extraños y desconocidos al sur de Puerto Argentino. A las 21:35 horas la Batería de Tiro “B” abre fuego sobre probables lanchones de desembarco enemigos captados por el Radar del RI 3 y ratificado por la observación visual de los observadores adelantados de la Unidad, en un lapso de dos horas se disparan 160 proyectiles.
El 14 de mayo se recibe una pieza 155 mm. Citefa de 20km de alcance proveniente del Grupo de Artillería 101, con asiento en la localidad de Junín, en la provincia de Buenos Aires. De inmediato se iniciaron los reconocimientos para su emplazamiento, en la ladera Este de Sapper Hill, dado el gran peso del material y la poca consistencia del terreno se recurrió al empleo de una retroexcavadora y planchas de aluminio para lograr la sustentación y firmeza del suelo necesarias para el tiro, en días sucesivos se recibió dos piezas más con las cuales se conformó una Batería dependiente del GA 3 (Batería de Tiro “D”), a las 23:30 la pieza abrió fuego contra un buque enemigo detectado por radar (distancia 17 km). A esta Batería se le asigna una misión no común en la Artillería: hostigamiento a los buques enemigos que desde el 1ro de mayo cañoneaban sistematicamente la posición de Puerto Argentino.
El GA 3 ejecutó fuegos de contrabatería destinados a neutralizar la actividad de la Artillería enemiga como fuegos de neutralización y de hostigamiento en apoyo de los propios elementos de combate, fuegos de hostigamiento contra el accionar de buques enemigos, mediante el empleo de cañones 155 mm, apoyados por los radares de Ada Cardion de 360 km de alcance y de vigilancia terrestre Rasit y fuegos de neutralización y de marcación de blancos en coordinación con acciones que cumplía la FAA.
A partir del 05 de junio el GA 3 inició su apoyo de fuego a los elementos de maniobra que ocupaban las alturas hacia el Oeste (Monte Dos Hermanas, Monte Harriet, Monte Tumbledown y Monte Longdon).
Hasta esa fecha las posiciones habían sido sometidas a intensos fuegos navales, y a partir de esa oportunidad se comenzó a recibir fuego de contrabatería ejecutado por las Baterías británicas (Tres Grupos de Artillería de Campaña, cañones Light Gun, calibre 105 mm, alcance 17 km).


Como consecuencia de su ubicación en el terreno fue la Batería de Tiro “C” la que recibió inicialmente los fuegos de contra armas más intensos y sostenidos (día y noche).
Los días 09 y 10 de junio, el GA 3 apoyó con sus fuegos, incursiones de la Compañia de Comandos 602 en la zona de Monte Wall y Monte Challenger.
El 11 de junio muere en combate el Teniente Alberto Rolando Ramos, quien se desempeñaba como Observador Adelantado de la Batería de Tiro “C”, quien se encontraba agregado al RI 7.
El día 12 de junio se recibió otro Cañón Citefa, calibre 155 mm., perteneciente al Grupo de Artillería 121, con asiento en la localidad de La Paz, provincia de Entre Ríos, que reemplazó a otro cañón del mismo calibre que había quedado fuera de servicio.
El mismo día a las 08:30 el GA 3 realizó una acción coordinada con la Fuerza Aérea. El Grupo abrió fuego sobre la ladera Oeste del Monte Kent, a efectos de neutralizar las armas antiaéreas y marcar la zona con proyectiles fumígenos, a fin de permitir y guiar el ataque de tres máquinas IA-58 Pucará.
Durante todo el día 12 de junio el GA 3 apoyó al BIM 5 y al RI 7, a las 13:00 horas aproximadamente, el enemigo intenta emplazar una Batería en la ladera oeste de Monte Longdon, desistiendo de su propósito al ser derribado, por el fuego de la Batería de Tiro “B”, uno de los helicópteros que transportaba una pieza de Artillería. La Batería “C” ejecutó un cambio de posición, bajo el fuego enemigo, y se reunió con el resto del GA 3.
El mismo día el Radar Rasit del GA 3, que se encuentra operando en la plataforma Exocet de la Armada Argentina, proporciona una distancia y rumbo sobre un blanco de oportunidad. El operador del radar fue quién proporcionó los datos correctos y el buque alcanzado fue el destructor Glamorgan de la Task Force.
En la noche del 12 al 13 junio el GA 3 cumplió misiones de fuego sobre Monte Harriet, Goat Ridge, Dos Hermanas, Monte Longdon, Saddle Backs, Norte de Monte Kent, Bluff Cove Rincón; en algunos casos superó la cadencia máxima de tiro, el total de munición consumida fue de aproximadamente 2500 proyectiles calibre 105 mm.
El 13 de junio se desarrollaron los fuegos de contra armas más intensos por ambas partes, verdaderos duelos de artillería. Entre las 13:00 y 13:45 horas la posición del GA 3 recibió intenso fuego de Artillería.
Durante toda la noche del 13 al 14 junio el GA 3 y GA Aerot 4 apoyaron el repliegue del RI 7 y el BIM 5, se batieron blancos entre Monte Longdon y Port Harrier Point. A las 08:30 horas el GA 3 continuó apoyando el repliegue del BIM 5 a fin de permitir el desprendimiento de dicha unidad.
A partir de las 10:30 horas no se recibieron más misiones de fuego y se produjo el Silencio en el Campo de Combate.
El día 16 de junio se recibió la orden de marchar a Puerto Argentino, el GA 3 lo hizo a pie con su Jefe a la cabeza.


Fuentes: Diario de Guerra del GA 3 Paso de los Libres, Corrientes. Horacio Rodríguez Mottino: “La Artillería Argentina en Malvinas” Editorial Clio, 1984.