viernes, 29 de mayo de 2009

1982 - 28 de mayo - 2009 Los combates en Darwin y el recuerdo del Teniente Roberto Estévez


Breve reseña del combate del Cerro Darwin.

El 28 de mayo de 1982, la sección del Subteniente de Infantería Ernesto Orlando Peluffo se encontraba en una posición defensiva en las alturas Norte del Cerro Darwin, donde la sección BOTE (1ra Sección de la Compañía C del Regimiento de Infantería 25) del Teniente Estévez apareció realizando un contraataque desde retaguardia, para apoyar a las tropas que mantenían contacto con el enemigo.
Nuevas tropas se desplegaban en actitud ofensiva, por lo cual se encomendó al Cabo Miño junto al soldado Rúben Gómez observar si dichos efectivos pertenecían al enemigo.
Los británicos intentaron un ataque frontal, pero fueron rechazados gracias a la intervención del Cabo Primero Ríos, quien más tarde fue abatido por un misil.
El Teniente Estévez operaba un equipo de radio por el cual transmitía a la artillería la ubicación de las posiciones enemigas. Finalmente, muere en combate y se hace cargo de la radio el Cabo Castro, quien también pierde su vida. De este modo, la radio pasa a ser operada por el Soldado Carrascul que, imitando a sus jefes, muere en la acción no sin antes transmitir la posición del enemigo y la situación que vivía su sección.
El combate entonces transcurría sin pausa; los integrantes de la sección lucharon cada pozo contra su enemigo, hasta que se tornó imposible sostener la posición.
La sección fue hecha prisionera y el combate prosiguió en Goose Green, el asentamiento isleño más importante de la zona. De esta manera, finalizó el enfrentamiento del Cerro Darwin.

El teniente Estévez dejó a sus padres esta carta:

Querido papá:
Cuando recibas esta carta yo ya estaré rindiendo mis acciones a Dios Nuestro Señor.
Él, que sabe lo que hace, así lo ha dispuesto: que muera en cumplimiento de la misión. Pero fijate vos ¡que misión! ¿ Te acordás cuando era chico y hacía planes, diseñaba vehículos y armas, todo destinado a recuperar la islas Malvinas y restaurar en ellas Nuestra Soberanía? Dios, que es un Padre Generoso, ha querido que éste, tu hijo, totalmente carente de méritos, viva esta experiencia única y deje su vida en ofrenda a Nuestra Patria.
Lo único que a todos quiero pedirles es:
1) Que restaures una sincera unidad en la familia bajo la Cruz de Cristo.
2) Que me recuerden con alegría y no que mi evocación sea apertura a la tristeza, y muy importante.
3) Que recen por mi.Papá, hay cosas que, en un día cualquiera no se dicen entre hombres pero que hoy debo decírtelas.
Gracias por tenerte como modelo de bien nacido, gracias por creer en el honor, gracias por tu apellido, gracias por ser católico, argentino e hijo de sangre española, gracias por ser soldado, gracias a Dios por ser como soy y que es el fruto de ese hogar en que vos sos el pilar.
Hasta el reencuentro, si Dios lo permite.
Un fuerte abrazo.
Dios y Patria ¡ O muerte !
Roberto.


Fuentes: Resumen Semanal de Noticias del Ejército Argentino. Cartas del combate.

lunes, 25 de mayo de 2009

1810 - 1982 - 25 de mayo - 2009 Cuando la Patria convoca por Malvinas


En momentos donde el concepto patria está devaluado en todos los ordenes de nuestro país, es necesario recordar a los patriotas de 1810 y de 1982. Los primeros dieron los pasos graduales para la conformación de la nación, algunos de ellos referentes de las luchas producidas durante las invasiones inglesas de 1806 y 1807. Los segundos, bravos y valientes, hasta dieron su vida por una parte indivisible de la patria naciente de 1810, nuestras islas Malvinas. El honor de aquellos que expulsaron de la reina del plata a los ingleses tuvo su espejo en estos otros, que un frío 25 de mayo, a bordo de sus aeronaves, con Dios y el mar como testigos, provocaron uno de los golpes mas duros a la Task Force británica, el hundimiento del destructor tipo 42 HMS Coventry y del buque portacontenedores Atlantic Conveyor.
Vaya mi reconocimiento y orgullo para todos los héroes de 1982.

domingo, 24 de mayo de 2009

Reconocimiento a la Prefectura Naval Argentina por su actuación en el conflicto de Malvinas

Prefectura Naval Argentina rindió homenaje al guardacostas Río Iguazú al conmemorarse los 27 años del ataque británico


En la plaza de armas de la Prefectura de Zona Bajo Uruguay se desarrolló uno de los actos con los cuales se recordó el 27º aniversario del ataque británico al guardacostas PNA GC-83 Río Iguazú y se rindió homenaje a la heroica actuación de los hombres de la fuerza.
Fue presidido por el titular de la dependencia, prefecto mayor Carlos Guillermo Peralta, acompañado por familiares del cabo primero Julio O. Benítez y el personal en actividad y en retiro de la fuerza.
El 22 de mayo de 1982 el guardacostas había zarpado muy temprano con destino a Puerto Darwin, transportando personal y material bélico del Ejército cuando a las 0825 horas fue atacado por dos aviones ingleses Sea Harrier, repeliéndose con las ametralladoras Browning 12,7mm. propias, derribándose uno de los aviones enemigos.
Como consecuencia de las averías sufridas en el casco se produjo un severo apopamiento por la entrada de agua y el buque fue embicado en una isla a trece millas al Este de Puerto Darwin, disponiéndose su abandono ante la eventualidad de nuevos ataques, quedando prácticamente inutilizado.
En dichas acciones perdió la vida el Cabo 2º Julio Omar Benítez mientras operaba una de las ametralladoras Browning, resultando además heridos el Oficial Principal Gabino González, el Ayudante de 3ra. Juan José Baccaro y el Cabo 2º Carlos Bengochea. En esa oportunidad el Cabo 2º José Raúl Ibáñez tomó la posición que ocupaba Benítez y repelió la agresión logrando derribar a uno de los aparatos, Sea Harrier matrícula ZA192 del Escuadrón 800, tripulado por el Capitán de Corbeta Batt, dándose el otro numeral a la fuga hacia el portaaviones "Hermes".
Todo el personal fue evacuado por medio de helicópteros de la Fuerza Aérea Argentina a Puerto Darwin, donde el 24 de mayo a las 1800 horas el cabo Benítez fue inhumado con las honras fúnebres correspondientes.
Los cañones OM, equipos de comunicaciones y víveres militares que llevaba el guardacostas fueron luego recuperados y trasladados por medio aéreo a Darwin, con lo que la misión original asignada quedó completa; estas armas de apoyo resultarían vitales durante la heroica defensa armada protagonizada días después en el combate de Ganso Verde. (Goose Green en la toponimia británica).
La Bandera del Guardacostas "Río Iguazú" fue distinguida con la Medalla "Honor al Valor en Combate" por romper el bloqueo inglés a las Islas Malvinas entre el 11 y el 13 de abril y haber realizado el 100 % de las misiones de reconocimiento y apoyo logístico asignadas durante el conflicto en el Teatro de Operaciones Malvinas, lo que conllevó a que en varias oportunidades sea detectada por la flota enemiga, siendo atacado con fuego naval en varias circunstancias.


Fuentes: PNA. ARA.

martes, 12 de mayo de 2009

Bravos pilotos de Malvinas I. Misión del 12 de mayo de 1982


Le decían Piano porque se llamaba Guillermo Dellepiane, y era alférez en una fuerza que jamás había entrado en combate. Se trataba de la primera misión de su vida y acababa de despegar de Río Gallegos.
Era el 12 de mayo de 1982 y una escuadrilla de ocho aviones argentinos avanzaba en silencio de radio hacia dos barcos británicos. Los cuatro primeros iban adelante y dispararían primero. Los cuatro halcones de atrás, a una distancia prudencial, tendrían una segunda oportunidad o entrarían a rematarlos.
Para Piano, era una misión iniciática, la última lección de un profesional de la guerra: la guerra misma. Dellepiane ni siquiera había experimentado el reabastecimiento en vuelo, una compleja operación que en este caso consistía en acercarse volando a un Hércules, encajar la lanza de la trompa del A-4B en la canasta de combustible y cargar tanques para seguir viaje. Muchos fallaban en ese intento: se ponían nerviosos y no podían meter la lanza. Cuando tuvo al Hércules frente a frente no falló, y rápidamente se unió al jefe de escuadrilla, que ordenó bajar a menos de quince metros de las olas y avanzar a toda máquina.
Con el alma en vilo escucharon que, cinco minutos antes de llegar al blanco, los primeros cuatro aviones atacaban. En el horizonte no se veía nada pero Piano se dio cuenta en seguida de que a sus compañeros no les había ido muy bien. En dos minutos supieron que tres aviones habían sido alcanzados por la artillería antiaérea y que habían sido derribados en medio de hongos de fuego y estampidos de agua. El cuarto avión regresaba por las suyas. El sol volvía espléndido un día negro. Negrísimo. Piano vio de repente los buques enemigos. Eran efectivamente dos y les estaban disparando, era un espectáculo corto y alucinante pero sin ruidos, porque en la cabina no se oía nada. Fueron fracciones de segundos: Piano contuvo el aliento verificando la velocidad y la altura, y en el momento exacto en el que pasaba por encima de uno de los dos barcos, mientras recibía y eludía disparos de todo tipo, apretó el botón y soltó una bomba de mil libras.
Las bombas impactaron en el destructor y le abrieron agujeros horribles y definitivos. Quedó fuera de servicio, pero eso Piano lo supo mucho después porque en ese instante lo único que pudo hacer fue salir rápido de la ratonera evadiendo misiles y huyendo a toda velocidad. El joven alférez se sintió solo unos minutos pero de pronto divisó la nave de su jefe y la alcanzó. No podían hablarse, porque las navegaciones aéreas eran en silencio, pero volaban juntos, a una distancia de doscientos metros uno del otro, con el infierno atrás y el continente adelante. Habían cumplido y volvían con la gloria; era una extraña y grata sensación.
Hasta que de repente un proyectil rasante surgido de la niebla pegó en un alerón del avión del primer teniente. Fue un golpe mortal a velocidad infinita que le hizo dar una vuelta de campana, pegarse contra la superficie del océano y explotar en mil pedazos. Todo en un pestañeo de ojos. Piano lo vio sin poder creerlo pero sin dejar de apretar el acelerador. Descendió todavía más y prácticamente aró el mar con un gusto metálico en la boca. Dependía emocionalmente de su jefe. Había bajado por un momento la guardia, pensando "me va a llevar a casa", pero ahora estaba solo y desesperado. Ahora dependía únicamente de su propia pericia, o de su suerte.
Voló un rato de esa manera y luego, cuando estuvo seguro de que no lo seguían, avisó al Hércules C-130 e inició el ascenso. "La Chancha" puso la canasta y sin perder el pulso el joven alférez empujó la lanza y recargó combustible. Después voló el último tramo casi a ciegas: el mar había formado una gruesa capa de salitre en el parabrisas del avión.


En los años sucesivos sólo recordaría esa primera misión. Y la última. En el medio únicamente quedaban vuelos de reconocimiento, incursiones en la zona del Fitz Roy, nervios terribles y más caídos y duelos. También el ánimo de los mecánicos, que siempre despedían a los pilotos de combate con banderas y aclamaciones, y el regreso de la base al hotel que, con éxito o sin éxito, con muertos o sin ellos, hacían en un jeep o en una camioneta Ford F100 cantando canciones contra los británicos.
No eran muy supersticiosos, pero tenían cábalas y de hecho no se sacaban fotos entre ellos porque creían instintivamente que eternizarse en esas imágenes significaba un pasaje directo hacia la desgracia.
Aquel alférez, convertido hoy en comodoro, estando como agregado militar en Gran Bretaña, fue invitado una tarde a entregar un premio en la escuela de aviación de la RAF. Por la noche, los pilotos de guerra recién recibidos y sus señores oficiales cenaban en un salón majestuoso de mesas larguísimas. Piano ocupó un lugar privilegiado, y el director de la escuela pidió silencio y habló del piloto argentino. Se sabía su currículum bélico de memoria y en su discurso mostraba el orgullo de tener esa noche a un hombre que había luchado de verdad contra ellos.
El mes de abril vió a Guillermo Dellepiane asumir como director de la Escuela de Guerra Aérea en Buenos Aires.

Fuente: La Nación. Extracto de la nota "La hermandad del honor" de Jorge Fernández Díaz.

viernes, 1 de mayo de 2009

1982 - 01 de Mayo - 2009 Un nuevo aniversario del bautismo de fuego de la FAA en Malvinas

EL BAUTISMO DE FUEGO DE LA FUERZA AÉREA ARGENTINA

Las misiones del 01 de mayo de 1982.


Escuadrilla: Tres M-5 Dagger, indicativo "Torno".
Misión: ataque a objetivo naval.
Tripulación: Capitán Norberto Dimeglio (C-432), Teniente Gustavo Aguirre Faget (C-412) y 1er Teniente César Román (C-407).
Armamento: bombas retardas por paracaídas y cañones.
Despegaron de San Julián a las 15:45 hs. El C-432 arribó a las 17:25 hs y los otros a las 18:25 hs.
Atacaron a un destructor clase 42 y a dos fragatas. Esta salida fue la de mayor rédito de toda la batalla del 1 de Mayo ya que atacó y averió seriamente a un destructor de gran porte.

El informe de esta misión dice:
... observan tres buques que cambian constantemente el rumbo, formando un triángulo. Se dispararon dos bombas sobre el de la derecha y cañones sobre el del centro y a la izquierda, lográndose comprobar impactos únicamente sobre el barco del centro. Se apreció intención de encerrarse en el círculo con grandes cambios de rumbo, distancias entre 1.000 y 3.000 metros. Unicamente se recibió intenso fuego de artillería antiaérea, lo que un numeral logró evitar disminuyendo el nivel de vuelo.
De acuerdo a fuentes inglesas, los buques eran el destructor HMS Glamorgan y las fragatas HMS Arrow y HMS Alacrity; reconociéndose los siguientes daños:
HMS Glamorgan (destructor clase County): daños menores.
HMS Alacrity (fragata tipo 21 clase Amazon): rumbo abierto por una bomba que estalló muy cerca, pudo ser reparado.
HMS Arrow (fragata tipo 21 clase Amazon): ocho impactos de cañón de 30 mm y un hombre herido.


Escuadrilla: Dos A-4C Skyhawk, indicativo "Indio".
Misión: sombrilla aérea.
Tripulación: Teniente Néstor López (C-303) y 1er Teniente Daniel Manzotti (C-310).
Despegó de San Julián a las 14:00 hs y arribó a las 15:00 hs.


Escuadrilla: Dos A-4C Skyhawk, indicativo "Pampa".
Misión: reconocimiento ofensivo y sombrilla aérea.
Tripulación: Capitán Eduardo Almoño (C-322) y Alférez Carlos Codrington (C-325).
Armamento: misiles Shaffrir.
Despegaron de San Julián a las 15:20 hs. El avión guía, informado de la presencia de PAC y con fallas del VHF y trasvase del tanque izquierdo, regresó. Arribaron a las 17:20 hs.

Escuadrilla: Dos M-5 Dagger, indicativo "Fortín".
Misión: sombrilla aérea.
Tripulación: Capitán Guillermo Donadille (C-403) y 1er Teniente Jorge Senn (C-421).
Armamento: misiles Shaffrir.
Despegaron de San Julián a las 16:00 hs sin recibir tarea y arribaron a las 18:40 hs.

Escuadrilla: Dos Mirage III, indicativo "Buitre".
Misión: cobertura y sombrilla aérea.
Tripulación: Capitán Raúl Gambandé (I-016) y 1er Teniente Roberto Yebra (I-014).
Armamento: misiles Magic.
Despegaron de Río Gallegos a las 15:50 hs y arribaron a las 17:40 hs.


Escuadrilla: Dos Mirage III, indicativo "Dardo".
Misión: cobertura.
Tripulación: Capitán Gustavo García Cuerva (I-019) y 1er Teniente Carlos Perona (I-015).
Armamento: misiles Magic.
Despegaron de Río Gallegos a las 15:45 hs

Esta tripulación realizaba la segunda salida del día y fue la primera que recibió fuego de una PAC británica. Ambos aviones eyectaron tanques y se trabaron en combate sobre la isla Borbón. García Cuerva vio el misil arrojado sobre Perona y le gritó: "Le lanzaron un misil, ¡cierre, cierre!", pero el misil lo alcanzó. Perona se eyectó y posteriormente fue recuperado.

Un avión M-5 Dagger, indicativo "Rubio".
Tripulación: 1er Teniente José Ardiles (C-433) y Capitán Carlos Rohde, como jefe de sección.
Armamento: cañón de 30 mm y dos Shaffrir.
Despegó de Río Grande a las 15:54 hs.

Escuadrilla: Tres Canberra MK 62, indicativo "Ruta".
Misión: buques Bahía Anunciación.
Tripulación: Capitán Juan Nogueira, Capitán Raúl Sánchez (B-105), Capitán Eduardo Rodino, 1er Teniente Armando Dubroca (B-108), 1er Teniente Ernesto Lozano y Teniente Ernesto Cooke (B-109).
Armamento: bombas MK-17.
Despegaron de Trelew a las 16:05 hs.


Escuadrilla: Tres Canberra MK 62, indicativo "Rifle".
Misión: buques Bahía Anunciación.
Tripulación Nº 1: Capitán Alberto Balgorrí y Mayor Enrique Rodeyro (B-102);
No 2: 1er Teniente Mario González y 1er Teniente Eduardo De lbáñez (B-110);
Nº 3: Capitán Eduardo García Puebla y 1er Teniente Jorge Segat (B-104).
Armamento: cuatro bombas de 1.000 lbs cada una.
Despegaron de Trelew a las 16:20 hs.

Esta escuadrilla, inmediatamente detrás de la anterior, también fue interceptada por los Sea Harrier de CC Broadwater y Tn Curtiss. Este último, impactó con un misil Sidewinder en el Nº 2. El Canberra se estrelló en el océano. Sus tripulantes se eyectaron pero no pudieron ser rescatados. Sin posibilidades de defenderse en el aire, los otros dos aviones regresaron, aterrizando en Trelew a las 19:20 hs.

Escuadrilla: Cuatro A-4B Skyhawk, indicativo "Trueno".
Misión: ataque a objetivo naval.
Tripulación: Capitán Pablo Carballo (C-215), Teniente Carlos Rinke (C-212), 1er Teniente Carlos Cachón (C-225) y Alférez Leonardo Carmona (C-240).
Armamento: tres bombas retardadas por paracaídas.
Despegaron de Río Gallegos a las 16:00 hs.

Escuadrilla: Dos A-4B Skyhawk, indicativo "Foca".
Misión: ataque a objetivo naval.
Tripulación: Capitán Carlos Varela y Teniente Mario Roca.
Armamento: tres bombas retardadas por paracaídas.
Despegaron de Río Gallegos, a las 16:29 hs; regresaron al ser interceptados por una PAC británica, porque no iban con el armamento apto para el combate aire-aire.


Escuadrilla: Tres A-4C Skyhawk, indicativo "Lana".
Misión: buques Bahía Anunciación.
Tripulación: Capitán Jorge García, Teniente Jorge Casco, Alférez Gerardo Isaac y Teniente Jorge Farías.
Armamento: dos bombas retardadas por paracaídas.
Despegaron de San Julián a las 16:30 hs.
Fue dificultoso el enlace con el radar Malvinas, por el intenso tráfico aéreo. El CIC Malvinas les informó que tenían interceptores a la cola y ordenó abortar la misión. Aterrizaron a las 18:30 hs.

Fuentes: Fuerza Aérea Argentina y Armada Argentina.