miércoles, 7 de febrero de 2024

1811 - 7 de febrero - 2024 213º aniversario de la transmisión del dominio de las islas Malvinas a la naciente Argentina por parte de la corona española


Según el principio del derecho romano Uti Possidetis Juris, la Primera Junta de Gobierno, nacida a posteriori del 25 de mayo de 1810, heredaba los territorios del Virreinato del Río de la Plata, como lo establece el derecho internacional en lo que refiere a sucesión de Estados.
En 1811 el gobierno realista de Montevideo envía un buque a las islas Malvinas para replegar al personal del archipiélago con el fin de utilizarlo para combatir la Revolución, hecho en el que su último gobernador, Pablo Guillén, deja una placa en el campanario de la Real Capilla de Malvinas y una treintena de edificaciones más con una leyenda que rezaba:
 
Esta isla con sus Puertos, Edificios, Dependencias y cuanto contiene pertenece a la Soberanía del Sr. D. Fernando VII Rey de España y sus Islas, Soledad de Malvinas 7 de febrero de 1811, siendo gobernador Pablo Guillén”.
 
La proclama del gobernador español Pablo Guillén no tiene ninguna validez jurídica internacional, es equiparable en su nulidad a la realizada por el capitán británico William Maltby cuando abandona Puerto Egmont, en el norte de Gran Malvina.
Finalmente España evacúa la guarnición de cuarenta y seis hombres con sus armas, cañones y documentación, pero, a pesar del desalojo impuesto por Buenos Aires, el archipiélago permaneció aún habitado con personal que quedó cuidando el ganado, cumpliendo una disposición de las Provincias Unidas, hecho que evidencia uno de los tantos y sucesivos actos de gobierno que se fueron documentando a lo largo de los años, tales como un permiso de caza de lobos marinos extendido en 1813 para el Señor Enrique Torres a bordo del bergantín El Rastrero, o la nota del ministro de guerra Beruti en 1816 al general José de San Martín, a cargo de la gobernación de Cuyo, solicitando presidiarios para enviar al presidio que desde tiempo del dominio español funcionaba en Malvinas.
El 30 de mayo de 1810 se da curso a una solicitud relativa a la administración del archipiélago iniciada quince días antes ante el Virrey Cisneros, respondida por Cornelio Saavedra y Juan José Paso, equiparando el salario del gobernador del archipiélago, por ese entonces era Guillermo Bondas, al de un capitán de un buque, dejando plasmado con sus firmas que la autoridad administrativa del Cabildo seguía intacta sobre los territorios del Virreinato del Río de la Plata.

jueves, 2 de noviembre de 2023

Operación Playa Vaca. En noviembre del año 1966 comandos anfibios y buzos tácticos de la Armada incursionaron en playas al norte de la isla Soledad en Malvinas


La operación “Playa Vaca”, según una exposición del año 2016 en la Escuela de Oficiales de la Armada, fue desarrollada por el entonces Teniente de Corbeta Oscar García Rabini.
El TC García Rabini junto a otros 87 efectivos de la Armada Argentina, entre los que se encontraban Comandos Anfibios (APCA), Buzos Tácticos (APBT) y la tripulación del submarino S-22 ARA Santiago del Estero, cuyo comandante era el Capitán de Fragata Horacio González Llanos, conformaron una operación de reconocimiento llevada a cabo durante noviembre de 1966, de manera encubierta, en la Isla Soledad, en el archipiélago de Malvinas.
El TC García Rabini, que en aquel momento revistaba en la Agrupación de Comandos Anfibios, relató que “sorpresivamente una mañana me llamó el comandante del submarino para indicarme que debía embarcar con tres de mis mejores hombres, desconociendo cuál sería mi misión”.
La superioridad había dispuesto que García Rabini junto a tres de sus mejores hombres embarcarían en un submarino con el objeto de cumplir con el adiestramiento que consistiría en lanzamiento y recuperación de su patrulla desde el buque. Deberían estar equipados para operar de noche en aguas australes, con armas de dotación con un día de munición y con dos kayaks biplazas, con dos días de agua y raciones de combate.
En noviembre de 1966 zarparon desde la Base Naval Mar del Plata en navegación rumbo a Península de Valdés, el primer destino elegido fue Puerto Pirámides, donde comenzaron los ejercicios de lanzamiento y recuperación de comandos desde el submarino. Ejercicios que se repitieron más allá de Punta Delgada, casi en mar abierto.
Tras esa etapa de adiestramiento naval en cercanías de Puerto Madryn, el submarino de la clase Balao S-22 ARA Santiago del Estero navegó por cuatro días con rumbo sur hasta llegar a las islas Malvinas.


El secreto lo develaría el comandante de la misión, con la confirmación de la operación que se constituía con medios de apoyo al ARA Santiago del Estero, entre ellos un buque pesquero en el área y una escuadrilla aeronaval basada en Río Gallegos, conformada así la fuerza de tareas con el objetivo de realizar un reconocimiento de playa al norte de la Isla Soledad, denominada Playa Vaca, de una extensión de casi dos kilómetros.
La operación de reconocimiento fue realizada con éxito dos veces por la fuerza de tareas desplegada, cuatro patrullas partieron hacia la playa “Punta Vaca” con la misión de reconocerla y determinar su aptitud para un posible desembarco argentino, que finalmente no resultó ser el lugar elegido para el desembarco en abril de 1982 durante la operación Rosario.
Luego del éxito de la misión y en el más estricto secreto, se entregó un informe detallado de la topografía e hidrografía del área elegida en Malvinas.


Otra historia poco conocida de Malvinas por la que hubo que esperar décadas para tener los detalles.

Lic. Hernán Favier, 01 de noviembre de 2023
(La primera fotografía fue obtenida por el tripulante Miguel Salvatierra desde el ARA Santiago del Estero durante la misión)

sábado, 16 de septiembre de 2023

Tres actos heroicos que marcaron la vida del SA Pedro Miranda en Malvinas y que lo hicieron merecedor de la Cruz de la Nación Argentina al Heroico Valor en Combate


El suboficial principal (R) VGM Pedro Prudencio Miranda de la Fuerza Aérea Argentina durante la guerra de Malvinas cumplió el rol de mecánico armero y estuvo desplegado con uno de los escuadrones aeromóviles de Mirage V Dagger en Río Grande, Tierra del Fuego.
Por su expertise participó en tres acontecimientos que implicaron un absoluto riesgo de vida y que lo llevaron a recibir la más alta condecoración de un soldado en vida, la Cruz de la Nación Argentina al Heroico Valor en Combate.
El resumen de los tres acontecimientos que marcaron su arrojo y abnegación es el siguiente, desarmar una bomba activada dentro del buque de transporte Formosa, desarmar cuatro bombas de un avión A-4Q Skyhawk con una eyección malograda, y por último desarmar una bomba activada accidentalmente cerca de instalaciones de vuelo.
El 1 de mayo de 1982 el buque ELMA Formosa, que transportaba combustible y armamento rumbo a las islas, fue atacado por una escuadrilla de aeronaves propias y es alcanzado por una bomba que no llega a estallar y queda alojada en la bodega del buque, para mayor seguridad se le ordena a la tripulación retirarse de la zona del bloqueo naval y dirigirse hacia las aguas de la Bahía San Sebastián, al norte de Río Grande en Tierra del Fuego.
Como en las siguientes ocasiones, el suboficial ayudante Pedro Miranda se ofrece como voluntario para desactivar la bomba y evitar la pérdida del buque. El 5 de mayo arriba al buque y procede a la desactivación de la misma, ya acondicionada por la tripulación habiendo sido inmovilizada con maderas y bolsas. Al verla reconoce que es una bomba de 500 libras con paracaídas de frenado utilizadas por los aviones de la FAA. Luego de un trabajo meticuloso y de mucho riesgo, la espoleta es retirada y la bomba quedó inactiva.
El 23 de mayo despegan desde Río Grande una escuadrilla de aviones A-4Q Skyhawk de la Armada Argentina rumbo a Malvinas. Luego de atacar varios objetivos de la flota británica en el Estrecho de San Carlos, uno de los aparatos que no arrojó sus bombas durante la misión, el A-4Q 3-A-306 al mando del CC Zubizarreta, se siniestra al aterrizar y procede a eyectarse, eyección fallida que le provoca la muerte.
La aeronave queda en pista con sus bombas activadas, por lo que primero se procede a desactivar los cañones de 20 mm mientras el SA Pedro Miranda se aboca a desarmar las cuatro bombas Mark 82 retirándoles las espoletas.
El 13 de junio de 1982, en la escuadrilla de aviones Mirage V Dagger en Río Grande se trabajaba en el cambio de espoletas con el fin de atacar objetivos en tierra. Mientras se realizaba dicho cambio en el avión Dagger matrícula C-418 se armó accidentalmente la espoleta de una de las bombas, y es ahí que nuevamente Pedro Miranda en fracción de segundos logra retirar la espoleta del alojamiento de la bomba justo cuando se producía la deflagración del tren de fuego y evita el estallido, un estallido que hubiera provocado un desastre para otros aviones y para las instalaciones mismas de la base aérea.
En este punto, luego de recordar los tres sucesos que marcaron la vida profesional de Miranda durante la guerra de Malvinas, vale mencionar lo que le sucedió al enemigo el 23 de mayo de 1982 en bahía Ajax, en las aguas de San Carlos en la isla Soledad, donde los británicos refugiaron a la fragata Antelope atacada previamente por la aviación argentina con el fin de desactivar las bombas sin estallar que quedaron alojadas en el buque, el resultado fue un fracaso y el buque termina de hundirse al día siguiente.
Es así como, terminado el conflicto, el suboficial principal (R) VGM Pedro Miranda, por su actuación en la guerra de Malvinas, es condecorado con la Cruz de La Nación Argentina al Heroico Valor en Combate, la máxima distinción militar que otorga la República Argentina a sus combatientes.

jueves, 3 de agosto de 2023

Visita al museo kelper de Puerto Mitre, en la isla Gran Malvina, que expone equipamiento argentino utilizado durante la guerra de Malvinas en 1982


El museo administrado por un matrimonio kelper se encuentra en el asentamiento de Puerto Mitre, en la isla Gran Malvina.
La toponimia de Malvinas nos hace una gambeta con este emplazamiento ya que no sólo es conocido por sus nombres en español y en inglés, sino también porque en 1982 fue rebautizado por los efectivos del Regimiento de Infantería 5 del Ejército Argentino, acantonados en este paraje como parte de la Fuerza de Tareas Litoral frente al estrecho de San Carlos.
Así que veamos, Puerto Mitre para la toponimia argentina, Port Howard para la toponimia británica y Puerto Yapeyú para las tropas emplazadas allí en 1982.
A Puerto Mitre se accede por avión, por medio de uno de los bimotores Islander de la FIGAS, desde el aeródromo de Puerto Argentino, o por barco, a través del transbordador Concordia Bay, que enlaza regularmente Puerto Nuevo en la isla Soledad con Puerto Mitre en la isla Gran Malvina.
En un austero hangar y sus jardines se puede ver mucho del equipamiento utilizado por las fuerzas argentinas durante la contienda, desde armamento individual, piezas de artillería, indumentaria, efectos personales y hasta asientos eyectables de aeronaves de la FAA.










 


Lic. Hernán Favier, 02 de agosto de 2023
Agradecimiento: las fotos me las cedió gentilmente el ingeniero Guillermo Sívori, que estuvo en Malvinas en marzo de 2023.

martes, 16 de mayo de 2023

La segunda edición de Efemérides #Malvinas dijo presente en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires


Entre el 27 de abril y el 15 de mayo de 2023 se llevó a cabo la 47º Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.
En varias jornadas tuve la oportunidad de estar en el stand del Instituto de Publicaciones Navales, ya con la segunda edición de Efemérides #Malvinas disponible.
Mucha gente interesada en la cuestión Malvinas se acercó al stand para conversar y comprar los libros que el IPN ofrece desde hace años, entre ellos el mío, lo cual fue motivo de orgullo personal poder decir presente en la masiva muestra literaria anual.
Fue muy grato poder compartir el espacio con autores que son veteranos de guerra de Malvinas, como los VGM aviadores navales Pablo Loubet y Basilio Pertiné, ambos presentando sus libros que tuvieron gran aceptación.
Como novel escritor, para mi fue una experiencia formidable poder conversar con la gente que se acercaba a adquirir mi libro, cada una de las dedicatorias que realicé las hice desde el corazón, a todos ustedes, muchas gracias.
Por último, quiero agradecer a Daniel Zoppi y a todos los colaboradores del IPN que se cargaron al hombro el funcionamiento exitoso del stand, y al Capitán de Corbeta (RE) VGM Eduardo Gauna, gerente del Instituto de Publicaciones Navales y catalizador de que mi proyecto Efemérides #Malvinas se transformara en libro en el año 2022.
Como se estila decir en el ámbito naval “señalización BZ a tope!”


Lic. Hernán Favier, 15 de mayo de 2023

viernes, 17 de marzo de 2023

Después de 40 años arribó el reconocimiento para el ingeniero de Sagem que participó en la integración del cazabombardero Super Étendard y el misil Exocet en el otoño de 1982


El 22 de septiembre de 2022 se llevó a cabo una ceremonia en los hangares de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque en la Base Aeronaval Comandante Espora de la Armada Argentina, fue allí, en ese “hangar verde”, que en el otoño de 1982 los ingenieros del equipo Dassault fueron decisivos para la integración del misil AM-39 Exocet de Aérospatiale con el cazabombardero Dassault-Breguet Super Étendard.
En esta ocasión se reconoció con un diploma a todo el personal de la EA32 que participó en la guerra de Malvinas, pero hubo un invitado de honor, el ingeniero de Sagem Christian Larrieu, especialista en electrónica y hace más de 40 años encargado de la puesta a punto de la central inercial Uliss 80 del Super Étendard, el sistema de navegación y de ataque que efectúa los cálculos y elabora las señales necesarias para el bombardeo, los ataques aire-tierra y aire-mar como también el uso de cañones, misiles y cohetes. El sistema está constituido por una unidad de navegación y ataque (UNA 80), un puesto de comando y de navegación (PCN 80), y una unidad de intercambio y control (UEC).



Fue así como, en ese trabajo mancomunado entre el equipo Dassault y el personal de la EA32 al mando del comandante Colombo, especialmente hay que mencionar a los tenientes de fragata Machetanz y Rodriguez Mariani, por entonces pilotos armeros de la Escuadrilla que habían realizado un curso en Aérospatiale, se logró la validación del Exocet en la primera quincena de abril de 1982. Para el 11 de abril se logró poner cuatro aviones "listos para volar", validando el misil AM-39 Exocet. No así el quinto avión, ya que se canibalizaron muchos equipos para salvar los problemas en los otros cuatro aviones.
Días después, con el conflicto escalando, los cazabombarderos Super Étendard fueron desplegados a la Base Aeronaval Río Grande.
Y llegaría el 4 de mayo de 1982, el bautismo de fuego de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque, cuando en una misión a cargo del capitán de corbeta Augusto Bedacarratz y del teniente de fragata Armando Mayora, con los aviones 3-A-202 y 3-A-203 de la EA32, sentencian de muerte al destructor tipo 42 Sheffield de la Marina británica, que se hundiría días más tarde.



Este reconocimiento tiene además un valor histórico, hecha por tierra versiones infundadas sobre la operatividad, puesta a punto y validación lograda en la dupla Exocet-Super Étendard en los hangares de BACE, una de esas versiones, que circularon por muchos años y por distintos medios, es aquella que afirmaba que un piloto de Aerolíneas Argentinas desde Paris había traído a la Argentina los códigos del misil, un hecho que nunca sucedió como fue relatado, a continuación la explicación que da por tierra con esa historia.
Después de utilizar el quinto y último misil Exocet, el 30 de mayo de 1982, la Armada Argentina consiguió en Sagem France cuatro tarjetas electrónicas (para 2 centrales inerciales Uliss 80 de Super Étendard) para poder lanzar las bombas de 500 libras.
El ingeniero de Sagem que se encontraba en la Base Aeronaval Comandante Espora ya había regresado a Francia el 20 de mayo, pero había instruido al piloto armero de como cambiar esas tarjetas.
Fue un tripulante de Aerolíneas Argentinas quien las trajo desde Paris.
En el aeropuerto de Ezeiza entregó las tarjetas a la Armada, y gestionado por el piloto armero de la EA32 llegaron a Río Grande para hacer el cambio de las mismas.
Lamentablemente los cazabombarderos Super Étendard no volvieron a volar para atacar con bombas durante el resto del conflicto.

Lic. Hernán Favier 15 de marzo de 2023
 
Un especial agradecimiento a Christian Larrieu, por estos años de amistad y por compartir desinteresadamente sus vivencias durante la guerra de Malvinas

domingo, 15 de enero de 2023

La Operación Sol. La isla Thule en las Sandwich del Sur, el precedente de la isla San Pedro en las Georgias del Sur, antes, durante y después del conflicto de Malvinas


Hace 46 años, el 18 de marzo de 1977, en la isla Thule del Sur, del archipiélago de las Sandwich del Sur, se inauguraba una base científico-militar, que contaba con pocas comodidades para una dotación mínima, que incluía una estación meteorológica, una estación de radio y un rudimentario helipuerto de hormigón, a la que se denominó Base Corbeta Uruguay.
El archipiélago, donde flameó la bandera argentina en 1956, 1977 y 1982, se encuentra en la frontera antártica, a 800 kilómetros de las Georgias del Sur, a 2.100 kilómetros de las islas Malvinas y a 2.400 kilómetros de Tierra del Fuego.
El Decreto Secreto 2085/1977, continuación del Decreto Secreto 3.209/1975, consideraba las acciones realizadas en la isla Thule del Sur, que se llevaron a cabo durante los años 1975 y 1976 desde el Ministerio de Defensa a través del Comando en Jefe de la Armada, tareas que fueron parte de la primera etapa de la “Operación Sol”. Esas tareas se remontan hacia mediados de 1955, cuando el por entonces joven oficial de la Armada Juan José Lombardo propuso instalar una base en el archipiélago de las Sandwich del Sur, una manera de imponer presencia argentina y a la vez medir la reacción del Reino Unido ante el hecho consumado. Luego de la construcción de un refugio y posterior evacuación en 1956 pasarían 20 años para que se cristalizara la idea de Lombardo.
Es así que en 1977 y ejercicios posteriores, el Ministerio de Defensa, a través del Comando en Jefe de la Armada, recibió la orden y los recursos para la continuación y el completamiento de las tareas y aspectos logísticos destinados a finalizar las instalaciones y equipamiento necesario para la ocupación efectiva y pacífica de la Isla Thule del Sur, perteneciente al grupo de las Islas Sandwich del Sur, reafirmando los derechos soberanos de la Argentina mediante actividades científicas.
Esas acciones no pasaron desapercibidas para el Reino Unido, que en los meses siguientes a la inauguración de la base detectó la presencia argentina a través de un sobrevuelo del helicóptero embarcado en el buque HMS Endurance. Desde Argentina se esperaba una reacción británica mediática furibunda pero el gobierno del primer ministro James Callaghan decidió mantener los sucesos en la esfera diplomática, sugerencia realizada por el canciller David Owen, que prefirió mantener en secreto la instalación de la base argentina para evitar complicar las negociaciones entre los dos países que se estaban preparando para que se iniciaran en el año 1978 en Lima, Perú.
Si bien el gobierno británico mantuvo el secreto de los sucesos, fueron los kelpers de la FIC quienes hicieron pública la información. Pero el hecho atrajo poco y nada a la prensa del momento, se refirieron intercambios de notas diplomáticas entre ambos países y nada más, la posesión de una remota isla inhóspita disputada no ameritaba ríos de tinta para el poco interés de la gente en la época.
Quizás lo sucedido, o lo que no sucedió, debido a la inacción británica con la ocupación de la isla Thule del Sur, desembocó en los hechos de fines de 1981 en Georgias del Sur, el precedente más cercano del desencadenamiento del conflicto de Malvinas, lo que se denominó “Operativo Alfa”, que consistía en la instalación de un destacamento militar en la isla San Pedro, en las Georgias del Sur, copiando el modelo de 1976 en las islas Sandwich del Sur, utilizando como pantalla la expedición comercial del chatarrero Constantino Davidoff para desmantelar las estaciones balleneras de Puerto Leith y Grytviken.
Es así que llega el 2 de abril de 1982 y la base en la isla Thule del Sur continua operando, la guerra disputada a más de 2.000 kilómetros no llegaría hasta ese paraje sino recién el 14 de junio, día del cese de hostilidades, cuando el por entonces TC Enrique Peralta Martínez, jefe de la base Corbeta Uruguay, recibe un radiograma informando sobre los sucesos en Malvinas y se le instruye que proceda a la destrucción de los equipos científicos y de comunicaciones antes de que ocurra la avanzada británica sobre la isla Thule del Sur, la que ocurre en la mañana del 21 de junio de 1982, cuando efectivos de la marina británica fuerzan al personal argentino de la base Corbeta Uruguay a abandonar la isla, lo que parecía ser el fin de la aventura conocida como Operación Sol.
Pero esta historia tiene un epílogo, a fines de 1982, el Reino Unido señalaba que había recibido un informe desde un buque mercante que reportaba el avistamiento de una bandera argentina flameando en el mástil de la abandonada meses atrás base Corbeta Uruguay, suceso que no pudo corroborar el gobierno argentino, negando su participación en el arreamiento de la bandera británica y el posterior izamiento de la bandera argentina en la isla Thule del Sur.


El Reino Unido decidió de manera drástica la situación de las Sandwich del Sur, en diciembre de 1982 se le ordena al personal de la fragata HMS Apollo, buque enviado a las islas Malvinas en junio del mismo año para realizar tareas de patrullaje, destruir por completo las instalaciones de la base Corbeta Uruguay construidas por Argentina, para evitar una ulterior permanencia en ese confín antártico.


Lic. Hernán Favier, 15 de enero de 2023

viernes, 2 de diciembre de 2022

El tratamiento del PTSD o TEPT, una deuda dolorosa de la posguerra de Malvinas que se fue saldando con los años


Uno de los denominadores comunes e inevitable de las guerras es la posguerra, y las secuelas que deja en todos los hombres que han combatido a lo largo y ancho del mundo y a través de los siglos. Y la Argentina no ha sido la excepción. A la fecha tenemos que lamentar muchos suicidios de veteranos de Malvinas, quizás algunos de ellos se podrían haber evitado si el tratamiento del PTSD o
TEPT, Post-traumatic stress disorder o Trastorno de estrés postraumático, se hubiera comenzado a tratar apenas terminado el conflicto en junio de 1982.
Era un tema muy complejo y casi desconocido en aquel otoño de 1982, lo que hacía elemental consultar la experiencia en el tratamiento con aquellos especialistas abocados al problema, que en una batalla desigual con las mentes y sus demonios, trataban desde décadas atrás a sus veteranos, como Estados Unidos y Francia.
Desde apenas finalizado el conflicto se hizo muy poco con la nula experiencia y el desinterés del Estado en atender esta problemática. Cada fuerza, con los escasos recursos disponibles hizo lo que pudo.
Tuvieron que pasar muchos años para que el tratamiento del PTSD tuviera su impronta en la sanidad militar y empezó a obtener sus primeros logros cuando el enfoque se realizó de manera conjunta. Recién en 1996, catorce años después de finalizada la guerra, se implementaron programas específicos de salud mental enfocados en el TEPT.
Varios especialistas han dedicado su tiempo y experiencia a ayudar a veteranos de Malvinas con este padecimiento, y me parece justo mencionar la historia del teniente coronel médico VGM Martín Bourdieu.
Martín Bourdieu, cumpliendo con el Servicio Militar Obligatorio, fue convocado a Malvinas en abril de 1982, siendo soldado de la Compañía A Tacuarí del Regimiento de Infantería Mecanizado 3 Manuel Belgrano; su sección participó de los duros combates en los cerros que rodean Puerto Argentino y fue parte del contraataque realizado sobre monte Longdon en las postrimerías de la guerra.
Al finalizar la contienda del Atlántico Sur, inició sus estudios de medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. Luego cursó la especialización universitaria en psiquiatría y realizó la residencia en la materia en el Hospital de Clínicas José de San Martín.
Estuvo destinado en el Servicio de Psiquiatría del Hospital Militar Central “Cirujano Mayor Doctor Cosme Argerich”. Más tarde se desempeñó como Jefe del Servicio de Psicopatología y Salud Mental en el Hospital Militar Campo de Mayo “Cirujano Primero Doctor Juan Madera”.
En octubre de 2004 participó en la MINUSTAH, la misión de Paz de la ONU en Haití, luego del paso del Huracán Jeanne. Estando desplegado participó de forma activa en el relevamiento sanitario del contingente militar afectado en esa misión humanitaria. Ente sus aportes se pueden mencionar la confección de protocolos propios para la evaluación y detección temprana de síntomas psíquicos, que permiten la intervención precoz y seguimiento a largo plazo de todo personal que pudiera quedar psíquicamente afectado durante el ejercicio de la profesión en el exterior o en el territorio nacional.
Entre 2006 y 2012 se desempeñó como Director Médico del Centro de Estrés Post Traumático “Malvinas Argentinas” del Ejército Argentino.
En 2017 se destacó por su participación en la coordinación del equipo de apoyo a familiares de los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan, cuyo naufragio se produjo el 15 de noviembre de 2017.


Actualmente, el TC Med VGM Martín María Bourdieu, es el director médico del Centro de Salud Conjunto “VVMM” de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Es fundamental que esta experiencia quede plasmada y sea transmitida, dado el valor de los conocimientos que se han adquirido a nivel institucional a lo largo de los años.

(En la foto el TC Med VGM Martín Bourdieu recibe un premio de manos del TG (R) VGM Bari del Valle Sosa, en 2018 Jefe del Estado Mayor Conjunto de las FFAA)

miércoles, 2 de noviembre de 2022

Operación Pampero, una misión secreta para contrarrestar los bombardeos de larga distancia británicos sobre Malvinas que incluían un eventual ataque al continente


El 1 de mayo de 1982 comenzaba la serie de bombardeos de largo alcance realizados por los británicos desde la isla Ascensión con sus Avro Vulcan acompañados por los reabastecedores Víctor, operación conocida como Black Buck. De las siete misiones planificadas, dos fueron abortadas o canceladas en distintas etapas, dos fueron dirigidas contra los radares argentinos en las islas y las otras tres contra la pista de las Base Aérea Militar Malvinas de Puerto Argentino. En ninguno de los tres raids sobre la pista de Puerto Argentino consiguieron el objetivo, la pista permaneció operativa durante todo el conflicto.
Con este antecedente, los primeros días de mayo de 1982, El Comando de Defensa Aérea de la Fuerza Aérea Argentina con asiento en Merlo, provincia de Buenos Aires comienza a diagramar una operación para contrarrestar los ataques británicos desde la isla Ascensión, que eventualmente también podrían haberse dirigido contra objetivos en el continente. Finalmente, el 20 de mayo de 1982, el vicecomodoro Jorge Bernárdez presenta lo que se conocería bajo el nombre de Plan de Operaciones Nº 2 “Pampero”.
El plan se inició con apreciaciones de inteligencia que señalaban que el enemigo tenía la capacidad de efectuar ataques aéreos a larga distancia sobre bases aéreas propias en las islas Malvinas o en el continente. Si bien había una defensa aérea directa desplegada en lugares críticos, era conveniente encarar una interceptación lejana.
El objetivo de la operación Pampero era detectar, interceptar y destruir los bombarderos, los reabastecedores y/o los aviones de reconocimiento en su ruta hacia o desde el territorio continental, un objetivo dividido en dos fases una de despliegue y una de ejecución.


En la fase de despliegue, el plan consistía en emplazar en la Base Aérea Militar Mar del Plata dos aviones Mirage III con misiles Matra 530, dos aviones Mirage V Dagger con misiles Shaffrir, ambos sistemas de armas con tanques de combustibles suplementarios de 1.700 litros y un equipo técnico mínimo de apoyo en tierra. Además, se emplazaría un avión LearJet 35A para guiado de navegación y retransmisor.
Cuando el despliegue de esos medios se hiciera efectivo y estuvieran listos para operar desde la BAM Mar del Plata, comenzaría la fase ejecución.
Al no disponer de medios de detección radar para una interceptación clásica, la misma se realizaría con la adquisición visual del blanco, lo que implicaba una operación diurna y con buenas condiciones de visibilidad.
Según afirma el archivo secreto liberado por la FAA recientemente, se contaba con una fuente confidencial que podía proporcionar el derrotero de los bombarderos desde la isla Ascensión, para el caso del derrotero luego de realizados los ataques, la interceptación se haría con información de los radares de las bases aéreas argentinas.
El área continental se dividió bajo dos responsabilidades, una para las bases aéreas de Comodoro Rivadavia y Trelew, y otra para las bases aéreas San Julián, Río Gallegos y Río Grande.
Con la información de posibles raids, la orden de despegue emanaría del Comando de Defensa Aérea Baires, que indicaría el despegue de la escuadrilla interceptora desde la BAM Mar del Plata, manteniendo el estado de alistamiento de espera en 15 minutos en horario diurno.
Según la Base Aérea Militar atacada, había tres puntos de interceptación, elegidos en diagonal y de norte a sur partiendo desde la BAM Mar del Plata, el primero comprendía a las BAM de Trelew, Comodoro Rivadavia y San Julián, el segundo a las BAM de Santa Cruz y Río Gallegos y el tercero a la BAM Río Grande.


La orden final era taxativa, identificado el objetivo enemigo visualmente se procedería a su ataque y destrucción con misiles y/o cañones.
La inteligencia había informado que, si bien los bombarderos y reabastecedores no contaban con medios defensivos, si contaban con equipos de contramedidas electrónicas para interferir el radar de los Mirage y radar de alarma en la cola.
Todo el control de la operación Pampero recaería en el puesto de comando del CODAZ BAIRES que se encuentra en el CIC BAIRES del Grupo 1 de Vigilancia Aérea ubicado en Merlo, provincia de Buenos Aires.
Con la información que se contaba de los bombarderos Avro Vulcan se pudo realizar una tabla con las estimas de navegación, por ejemplo, en el punto A, el primero para la interceptación, la distancia en millas náuticas desde las BAM de Trelew, Comodoro Rivadavia y San Julián era de 540, 705 y 775 respectivamente, lo que insumía entre una hora y quince y una hora y cuarenta y cinco de vuelo. El punto A se encontraba sobre el océano Atlántico a la altura de Puerto Madryn, a 470 millas náuticas de la costa. El tiempo de navegación desde la BAM Mar del Plata hacia el punto A era de 42 minutos para cubrir una distancia de 278 millas náuticas, lo que le permitía a los Mirage una espera por alrededor de 35 minutos.
Finalmente, el plan fue eso, sólo un plan, no se llevaron a cabo ninguna de las dos fases, ni la de despliegue y obviamente tampoco la de ejecución.
Como contrapartida, también hubo planes británicos de ataques al continente a través de los bombarderos Avro Vulcan, pero tampoco pasaron de una fase de planificación, como es bien sabido. En el caso de la operación Black Buck, con el mismo tipo de avión, los resultados fueron muy pobres, de siete misiones preparadas dos fueron abortadas, dos fueron dirigidas a radares siendo efectiva una de ellas y las tres restantes dirigidas a inutilizar la pista de la BAM Malvinas fueron un fracaso, la pista de Puerto Argentino estuvo operativa durante todo el conflicto bélico.
Como detalles de color se puede agregar que el indicativo a utilizar por los Mirage II y V sería "Halcón", el LearJet sería "Libra"; los códigos para referirse a los aviones enemigos serían “Chinche” y un color para cada tipo de aeronave, los bombarderos Vulcan serían llamados "chinche azul" y los reabastecedores Victor serían llamados "chinche verde".
En el caso del derribo de alguno de los aviones enemigos el código sería “chinche al bombo”.
La meteorología no quedó exenta de los códigos, “dulce” para meteorología apropiada para la misión y “ácido” para meteorología inapropiada.


Fuente: Comisión Especial Malvinas. Consejo Supremo de las FFAA. 2022.

sábado, 8 de octubre de 2022

El helicóptero Aérospatiale SA330L Puma PA-13 de la PNA, veterano de la guerra de Malvinas, ya se encuentra en el Museo Nacional de Malvinas en Oliva, en la provincia de Córdoba


En una ceremonia realizada en el Servicio de Aviación de la PNA en el Aeropuerto de San Fernando el 5 de octubre de 2022, con la presencia de autoridades y veteranos de guerra, la Prefectura Naval Argentina concretó la donación de uno de los tres helicópteros Puma de la fuerza que participaron en el teatro de operaciones de Malvinas en el otoño de 1982. Se trata del helicóptero Aérospatiale SA330L Puma matrícula PA-13, el cual será exhibido próximamente en el Museo Nacional de Malvinas ubicado en la localidad de Oliva, en la provincia de Córdoba.
Desde el 11 de abril de 1982 el Puma PA-13 participó de varias misiones a lo largo del conflicto, particularmente misiones SAR, vigilancia marítima y costera, y traslado de equipamiento mediante operaciones de carga externa.


El 1 de junio de 1982, el Puma PA-13 de la PNA participó junto a dos Sea King de la ARA de la evacuación de personal naval que permanecía en la isla de Borbón al norte de Gran Malvina.
Los Sea King 2-H-233 y 2-H-234 de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros de la Armada Argentina despegaron minutos después de las 1400 desde la Base Aeronaval Río Grande junto al Puma PA-13 de la Prefectura Naval, aparato requerido para la riesgosa y extensa operación con el fin de acompañar el inicio del derrotero de los dos Sea King de la EAH2 rumbo a Malvinas desde una posición preestablecida a 120 millas náuticas al este de Rio Grande.
A las 1730 los dos aparatos de la ARA aterrizaron en la isla de Borbón con buena meteorología, luego de algunas inclemencias en el trayecto de ida. Inmediatamente comenzaron a reabastecer de combustible a los helicópteros que decolaron a las 1835. A lo largo del vuelo de regreso al continente volaron por instrumentos que funcionaban de manera intermitente, sumado a varios problemas meteorológicos del área, como parabrisas obstruidos y formación de hielo, a los que se sumaron fallas en los filtros de combustible por el trasvasamiento manual desde tambores ubicados en las cabinas de los aparatos. Finalmente, la misión concluye con éxito, arribando los dos Sea King a la Base Aeronaval Río Grande a las 2155, habiendo rescatado 11 hombres.
Finalizado el conflicto, los tres aparatos desplegados por la PNA, totalizaron 458 horas de vuelo en el TOAS. 
El Puma PA-13 y su gemelo, el PA-11, fueron enviados a Francia en 1995 y recibieron una modernización que los transformó en Super Puma. Desde entonces el PA-13 se destacó en misiones SAR a lo largo del litoral atlántico hasta que fue radiado del servicio activo en 2012.
Su historia en Malvinas no se perderá, el Museo Nacional de Malvinas de Oliva será custodio de su pasado glorioso y de sus valientes tripulaciones para las futuras generaciones.

sábado, 10 de septiembre de 2022

Los esfuerzos diplomáticos y políticos que se necesitan para que el PPH concluya de manera exitosa y cumplir con los familiares de los caídos en Malvinas


Para entender esta larga historia hay que remontarse al año 2008, es en ese año que en un viaje al Reino Unido el veterano de guerra de Malvinas Julio Aro recibe del coronel británico Geoffrey Cardozo, durante su estancia en Londres, material muy importante sobre el cementerio militar argentino en Darwin, que fue creado a principios de 1983 en cercanías del istmo de Darwin y del asentamiento de Pradera del Ganso, al oeste de la isla Soledad.
De regreso al país, y luego de ver la importancia de los documentos que trajo consigo, Julio Aro decide conformar la Fundación No Me Olvides, y su primer objetivo es que las tumbas de sus camaradas sepultados en el cementerio de Darwin, cuyas losas rezan “Soldado argentino sólo conocido por Dios”, se transformen en losas con nombre y apellido.


Fueron años difíciles intentando que su proyecto progresara, incontables llamadas sin respuestas, indiferencia del gobierno de turno, sin claudicar luego de golpear muchas puertas en despachos del gobierno sin recibir apoyo, finalmente, a través de la periodista Gabriela Cociffi, cuatro años después el proyecto llega a oídos del músico Roger Waters, quien acepta ser portavoz ante el gobierno argentino en el año 2012.
Recién con este impulso, la historia dirá si por desconocimiento de los intentos de hacerse escuchar el VGM Juiio Aro o por cholulez o vedetismo de la presidente, el gobierno envía la primera misiva al Comité Internacional de la Cruz Roja solicitando su intermediación para poder individualizar las tumbas del cementerio militar argentino de Darwin.
A la par de los primeros avances del proyecto aparecen algunos nubarrones, se empieza a hacer oír el temor y la desconfianza de los familiares de los caídos enterrados en las islas hacia el gobierno de turno, ya que varios de sus funcionarios deseaban transformar a los caídos que yacen en Darwin, reconocidos como héroes nacionales con nombre y apellido por la ley Nº 24.950 del Congreso Nacional, en víctimas y en NN. Además, sobrevolaba el temor de que sus tumbas fueran levantadas y sus restos traídos al continente, algo que no aceptaba la mayoría, querían que sus familiares, que cayeron combatiendo por la soberanía, reposaran en Malvinas.
Recién, con el cambio de gobierno a fines de 2015, que desde el inicio utilizó los Derechos Humanos como dictan las normas internacionales y no de forma ideologizada y mezquina, en un canje de notas entre la Argentina y el Reino Unido fechada el 29 de noviembre de 2016, entra en vigor el 6 de enero de 2017 el Plan Proyecto Humanitario o PPH, bajo la égida del Comité Internacional de la Cruz Roja.
En el país se lo denominó Plan Proyecto Humanitario Malvinas.
En junio de 2017 un equipo forense del CICR se traslada a las islas y toma 122 muestras de soldados que posteriormente serían analizadas por el Equipo Argentino de Antropología Forense. Cuando se produce el cambio de gobierno a fines de 2019 se habían podido individualizar a 115 soldados de los 122.


Pero el PPH, al momento de firmarse, se hizo sobre las tumbas sin nombre y no contempló dos tumbas múltiples del cementerio de Darwin, denominadas como D.C.1.10 y D.B.4.16.
Por eso, en un nuevo canje de notas entre la Argentina y el Reino Unido del 4 de diciembre de 2019, se logra que el 3 de septiembre de 2020, en una reunión bilateral entre los representantes diplomáticos de ambos países y la Cruz Roja, el acuerdo para la inspección de una de las tumbas múltiples, la denominada D.C.1.10, dando origen al Plan Proyecto Humanitario 2 o PPH2, firmado en Ginebra en marzo de 2021 y llevado a cabo en agosto del mismo año en las islas.
Las muestras de seis caídos obtenidas por el equipo del CICR en las islas fueron enviadas al laboratorio forense del EAAF en la provincia de Córdoba y en pocas semanas se individualizaron cuatro soldados más y se confirmaron los restos de otros dos, todos ellos pertenecientes al Escuadrón Alacrán de la Gendarmería Nacional Argentina, caídos en combate el 30 de mayo de 1982 en monte Kent.
En el mismo viaje a Malvinas, y gracias a una adenda, se investigó un sitio en Caleta Trullo, al norte de la isla Soledad, donde funcionó un hospital de campaña y hubo entierros de argentinos y británicos, y se presumía que aún podía haber cuerpos enterrados, algo que el EAAF descartó luego de realizar excavaciones.


Por eso es necesario el PPH3.
Pero este no sólo debe abarcar la segunda tumba múltiple del cementerio militar de Darwin, la denominada D.B.4.16, donde yacerían los tripulantes del avión Learjet 35 del Escuadrón Fénix derribado en el estrecho de San Carlos, cerca de la isla de Borbón, al norte de la isla Gran Malvina, el 7 de junio de 1982, sino también debería incluir una investigación arqueológica, como la realizada en 2021 en Caleta Trullo en la isla Soledad por el EAAF, en el sitio conocido como Top Malo House, donde cayó en combate el teniente Ernesto Espinosa del Ejército Argentino el 31 de mayo de 1982, y cuyo cuerpo no ha sido individualizado en Darwin a pesar de que sus familiares entregaron muestras oportunamente para el cotejo de ADN y que las autoridades británicas afirman que desde 1983 fueron removidos todos los cuerpos de los campos de batalla y trasladados al cementerio de Darwin.
Lamentablemente la Cancillería y la secretaría de DDHH están tan ideologizadas, algo que no sucedió entre 2016 y 2019, y fue por eso que el PPH se desarrolló sin temores y puede considerarse exitoso al día de hoy, que no estaría en las prioridades o en agenda el PPH3, que llevaría certezas y paz a varios familiares de caídos en el conflicto que aún esperan, algo que se merecen con creces y que tardíamente fueron consiguiendo.
Deseo que no haya que esperar el cambio de gobierno para que se pueda cristalizar el PPH3, y nuevamente viaje un equipo del CICR a las islas para trabajar en el cementerio militar argentino de Darwin, en la isla de Borbón, donde habría dos cuerpos de la tripulación del Learjet 35, y en Top Malo House.


Lic. Hernán Favier, 10 de septiembre de 2022

miércoles, 17 de agosto de 2022

El legado de José de San Martín en Malvinas, recordando a sus granaderos en el 40º aniversario de la gesta del Atlántico Sur y en el 172º aniversario de su paso a la inmortalidad


La historia del Regimiento de Granaderos a Caballo está llena de hitos, muchos de ellos relatados en los libros de historia, y algunos apenas mencionados en libros específicos sobre los granaderos y su creador.
Y Malvinas no podía faltar en su acervo.
José de San Martín, luego de su arribo a Buenos Aires, crea el Regimiento de Granaderos a Caballo en marzo de 1812, un cuerpo de caballería que prestaría servicios en los años aciagos que siguieron a la revolución de mayo de 1810.
Más de una década de batallar en tierra propia y extraña, el cuerpo de granaderos es disuelto en el año 1826.
El nuevo milenio y la coyuntura internacional hicieron ineludibles las grandes transformaciones, entre ellas la modernización de las fuerzas armadas. Una de esas transformaciones fue la sanción de la ley del Servicio Militar Obligatorio en el año 1901.
Y es durante la segunda presidencia de Julio Argentino Roca que, un decreto firmado por el mandatario el 25 de mayo de 1903, dispone darle vida nuevamente al Regimiento de Granaderos a Caballo, que toma el nombre de su creador.
Finalmente, en el año 1906, el presidente José Figueroa Alcorta asigna al Regimiento de Granaderos a Caballo la función de escolta presidencial.
El 2 de abril de 1982 la Argentina recupera las islas Malvinas, y este glorioso regimiento no podía estar afuera de la gesta. Es así que parte del Regimiento de Granaderos a Caballo, integrado por 185 hombres entre oficiales, suboficiales y soldados de distintos escuadrones, es desplegado a Comodoro Rivadavia, tomando la agrupación el nombre de Escuadrón "Pringles" cuyo destino ulterior sería cruzar hacia las islas.
Pero de los 185 efectivos destinados al teatro de operaciones sólo diez granaderos del Escuadrón Pringles cruzaron desde Comodoro Rivadavia rumbo a Puerto Argentino en la isla Soledad.
Dos suboficiales y ocho conscriptos tuvieron el honor de cumplir el mandato del general San Martín en las islas.
Eran dos cabos y ocho soldados en dos grupos de cinco a cargo de ametralladoras MAG calibre 7,62 x 51 mm que, desde los primeros días de junio de 1982, se sumaron al dispositivo de defensa argentino.  
Pronto fueron apostados en los montes que circundan Puerto Argentino, un grupo bajo la jurisdicción del RI Mec 4 en monte Harriet y Dos Hermanas, y el otro bajo la jurisdicción del RI Mec 7 en cercanías de monte Longdon.
A partir del 11 de junio de 1982, en los combates más violentos que se fueron desencadenando, y que dejaron bien en alto el desempeño del soldado argentino, estuvieron aferrados en monte Harriet y monte Longdon.
Dos de ellos resultaron heridos en combate. 
De esta forma cumplieron con el mandato de su creador y honraban el nombre del Escuadrón, llamado Pringles en homenaje al coronel Juan Pascual Pringles, reconocido por el general San Martín en 1819 con una condecoración que rezaba: “Gloria a los vencidos de Chancay”.
Y en este año 2022, en el que se cumple el 40º aniversario de la Gesta de Malvinas, aquellos diez granaderos que participaron de la defensa de Puerto Argentino, volvieron a los cuarteles de Palermo para ser condecorados, como lo fueron 10 años atrás.
El reconocimiento recibido representa la más alta condecoración que otorga el Arma de Caballería del Ejército Argentino: la Orden Ecuestre Militar Caballeros Granaderos de los Andes, en Grado de Oficial.
Aquellos diez granaderos fueron:
 
Escuadrón San Lorenzo
Cabo 1º Juan Carlos Campoy
Granadero clase 1963 Carlos Argentino Acuña (herido)
Granadero clase 1963 Aldo Gabriel Apecechea
Granadero clase 1963 Ernesto Raúl Ponce
Granadero clase 1963 Jorge Eduardo Vega Luján (herido)
 
Escuadrón Junín
Cabo 1º Jorge Alberto Rivero
Granadero clase 1961 Domingo Ángel Novaro
Granadero clase 1962 Miguel Ángel Piaggio
Granadero clase 1963 Miguel Ángel Plaza
Granadero clase 1963 Roque Daniel Flores 

lunes, 27 de junio de 2022

Presentación del libro Efemérides #Malvinas 74 días en 280 caracteres en el Centro Naval de la Ciudad de Buenos Aires

 

Actualización:

Hoy, 1º de julio, apenas 24 horas después de la presentación del libro, puedo decir que fue un momento emocionante del principio al fin. Infinitamente agradecido al Centro Naval y a su presidente, el Contraalmirante (R) Andrés Di Vicenzo y al Instituto de Publicaciones Navales y a su gerente, el Capitán de corbeta (R) VGM Eduardo Gauna.


Lic. Hernán Favier, 01 de julio de 2022

miércoles, 15 de junio de 2022

El 15 de junio de 1982 flameaba aún la bandera argentina en Bahía Fox, Gran Malvina, emplazamiento donde la “artillería fantasma” confundió al enemigo desde el inicio del conflicto


Luego de la recuperación de Malvinas el 2 de abril de 1982 comienza el despliegue de unidades en las islas, el 5 de abril arribaba a Gran Malvina, al asentamiento de Bahía Fox, la Compañía de Ingenieros 9 del Ejército Argentino en el buque de transporte ARA Isla de los Estados. Días más tarde arribarían del mismo modo elementos del Regimiento de Infantería 8. Más al norte se encontraba el Regimiento de Infantería 5 establecido en Puerto Mitre, renombrado Puerto Yapeyú. Todos estos elementos pertenecían a la Agrupación Ejército Gran Malvina, al mando del General Parada.
Ya desde el 9 de abril la unidad al mando del mayor Oscar Minorini Lima se aboca al control y registro de la población, requisado de armas y equipos de comunicación, y establecimiento de posiciones. Se permite a los pobladores de Bahía Fox Este trasladarse a una estancia del interior de Gran Malvina.
Con el dispositivo conformado empieza a aparecer casi todas las mañanas un avión de exploración británico con el fin de fotografiar las posiciones argentinas. Para confundir al enemigo, al jefe de la Ca Ing 9 se le ocurre utilizar caños de cloacas de PVC negros que se hallaban estibados en un galpón para simular cañones o piezas de artillería, elementos que no contaba la unidad. De este modo se comenzaron a armar posiciones de defensa con piezas de artillería simuladas, que al poco tiempo empiezan a recibir bombardeos británicos, sin provocar bajas porque la tropa se encontraba alejada de estos “artilugios” de ocasión.
Cada mañana, luego de los bombardeos nocturnos, automáticamente se volvían a emplazar nuevas “piezas de artillería” de PVC, y para darle más realismo al escenario logrado se acercaban tambores con combustible y redes de enmascaramiento, una puesta en escena digna de una película de Hollywood.
A pesar de los bombardeos, tanto aéreos como navales, que fueron intensos mientras avanzaba el conflicto, la unidad no tuvo bajas que lamentar, apenas dos heridos, uno de ellos con el famoso pie de trinchera, patología típica del terreno insular que afectó a ambos bandos.


Así se llega al 14 de junio, cuando a última hora el mayor Minorini Lima recibe un llamado desde Puerto Argentino, donde le informan del cese de las hostilidades y de que una fragata británica se dirigiría a Bahía Fox para coordinar el regreso de la unidad al continente.
Un militar británico embarcado, que participó de las operaciones en Gran Malvina, no entiende como no hay heridos para pedir la colaboración de sanidad al buque que haría el traslado a pesar de haber sido bombardeados diariamente, incluso tenían certificado por intérpretes de imágenes la destrucción de “piezas de artillería”. La respuesta no tarda en llegar de parte del mayor Minoriri Lima, no eran cañones, eran caños de agua.
El asombro que provocó este engaño aplacó momentáneamente la tristeza del fin de las hostilidades.

miércoles, 25 de mayo de 2022

El 25 de mayo de 1982, el binomio Super Étendard-Exocet volvía a dar un golpe demoledor a la flota británica con el ataque al buque Atlantic Conveyor al nordeste de Malvinas


Después del éxito del ataque del 4 de mayo de 1982, en el que dos Super Étendard lanzaron sendos Exocet al destructor HMS Sheffield, hiriéndolo de muerte y provocando su hundimiento seis días después, la aviación naval dejaba de contar con un medio clave para la detección de la flota enemiga, los Neptune, aviones exploradores de largo alcance.
Para suplir esta deficiencia, se utilizaron para localizar la probable ubicación de los portaaviones británicos los radares del Ejército y la Fuerza Aérea emplazados en Puerto Argentino que, aunque no llegaban a detectar a los portaaviones enemigos, podían identificar el derrotero de los Harrier y Sea Harrier, lo que permitía calcular la posición de los buques más importantes de la Task Force británica.
Con esta información en la Base Aeronaval Río Grande, donde estaban apostados los cuatro Super Étendard, se decidió un nuevo ataque.
Mientras tanto el buque portacontenedores Atlantic Conveyor, que había sido requisado por el Reino Unido a la empresa Cunard, había zarpado desde el Reino Unido y previa escala en la isla Ascensión, el 20 de mayo ya se encontraba al nordeste de Malvinas.
El buque transportaba, entre toneladas de pertrechos y material para el esfuerzo de guerra, seis helicópteros Westland Wessex del 848 Naval Air Squadron y cinco helicópteros Chinook CH-47C del 18 Squadron de la RAF.
En la escala en la isla Ascensión cargan ocho Sea Harrier del 809 Squadron y seis Harrier GR.3 de la RAF.
Uno de los Chinook del 18 Squadron de la RAF abandona el Atlantic Conveyor para cumplir operaciones en la isla Ascensión.
Cuando llegaron al área de Malvinas los Harrier GR.3 se dirigieron al HMS Hermes mientras que los Sea Harrier se repartieron entre el Hermes y el Invincible.
Con estos nuevos aparatos, un helicóptero Lynx abandona el Hermes y se estaciona en la cubierta del Atlantic Conveyor el 20 de mayo de 1982.


El 25 de mayo se aproximaba.
En la mañana de la fecha patria, luego de la formación, se tenía una nueva posición aproximada de la flota británica y comienza el alistamiento, acordado el encuentro con el Hercules KC-130H de la FAA para las 11 de la mañana.
Decolaron los dos Super Étendard de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque, piloteados por el Capitán de Corbeta Roberto Curilovic (3-A-203) y el Teniente de Navío Julio Barraza (3-A-204), y luego de reabastecer se dirigen al nordeste de Malvinas. A menos de 60 millas náuticas del blanco, el líder Curilovic le indica al numeral Barraza que ganaran altura para emitir con el radar, confirmando a través de los barridos la presencia de tres ecos. Un nuevo descenso y aproximándose a las 40 mn emiten por última vez, y segundos más tarde lanzan sus misiles AM-39 Exocet hacia el blanco, sin saber aún que se trataba del buque portacontenedores Atlantic Conveyor.
El buque se encontraba en 50º 38´ S, 56º 08´ W, a menos de 90 millas náuticas al nordeste de Puerto Argentino, y fue impactado por los dos misiles, provocando un incendio voraz que dejaron al navío al garete, y terminará hundiéndose tres días más tarde.
Los aviones volvieron sin novedad a su base de Río Grande.



El epílogo del exitoso ataque se basa en la monumental pérdida de equipamiento británico a bordo del Atlantic Conveyor. Además de vehículos de combate, repuestos, armamento, pertrechos varios que incluían material para construir una pista de aterrizaje móvil, se perdieron seis helicópteros Westland Wessex, tres helicópteros CH-47 Chinook, y el Westland Lynx del portaaviones Hermes quedó destruido por el fuego.
Sólo se salvaron un Chinook y un Westland Wessex.
La patria recordaba a sus patriotas del 25 de mayo de 1810 y sumaba otros el 25 de mayo de 1982.

Lic. Hernán Favier, 20 de mayo de 2022